Actualmente la relación entre familia y escuela es muy escasa, a pesar de lo importante que es la colaboración entre ambos. Es por ello, que tanto desde las aulas, como desde la administración pública tiene que haber un apoyo para que poco a poco se vayan estrechando los lazos de unión entre estas dos instituciones que forman parte de nuestra vida diaria. La escuela, para llevar a cabo su labor educadora y socializadora, tiene que mantener una buena conexión con la familia que les permita conocer los recursos y limitaciones mutuos.
Algunas de las causas de la baja participación de la familia son escasa tradición, poca cultura participativa y falta de preparación de los padres para la tarea que tienen que desempeñar, miedo de la escuela a que los padres participen, las dificultades por horario laboral…etc.
Para mejorar y promover la participación de los padres en los centros escolares podemos incluirles en algunas decisiones escolares, que realicen actividades como por ejemplo el AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos), mejorar la formación de los padres y promover su participación activa.